íEl ÓRGANO de Daroca
Ignacio Zuloaga[1], se encontraba de visita en Daroca allá por los años 20 del pasado siglo, y lógicamente quiso conocer la ex Colegiata, Basílica de Santa María, y en aquel momento alguien estaba tañendo el órgano a modo de entrenamiento. El pintor continuó con su visita al templo admirando sus capillas, donde pintores como él, han ido dejando su huella a lo largo de los siglos: pero al mismo tiempo, entusiasmado por el sonido de aquel “maravilloso” órgano, como el mismo definió más tarde. Tanto disfrutó con aquellos acordes que esperó a que acabase el organista para saludarle y felicitarte pos su buen hacer. El organista era Nemesio-Angel Mingote Lorente.
Más tarde Zuloaga, al despedirse de Daroca, comentó a un amigo, médico en la localidad, ¿ustedes saben lo que tienen en esta ciudad..?
¿Quizá se refería al órgano…?
En 1488, el Cabildo Colegial de Daroca adelanta al organero Pascual Mallén 1.020 sueldos para comprar estaño para la construcción de unos nuevos órganos en Daroca, según lo acordado y firmado entre ambas partes. Diez años después este organero recibe de los canónigos de Santa Maria de los Corporales 1.800 sueldos jaqueses por el “órgano grande”, ya concluido en dicha iglesia.
Pascual Mallén, o Pascual de Mallén, era natural de Calatayud, y en esos momentos organero y organista de la iglesia de Santa María de su ciudad natal; primero de una larga dinastía de organeros que dejaron su huella por toda esta región y también en tierras castellanas como la iglesia de Sigüenza.
Otros organeros y organistas han trabajado y tañido en este magnífico órgano en los años siguientes, como Juan de Córdoba, de Zaragoza, que en 1511 construye “unos nuevos órganos” para la Colegiata. Se menciona por esas mismas fechas un órgano portátil que participaba en la procesión del Corpus Christi. Damián Fuche, miembro de una larga estirpe de organeros zaragozanos se encargó de los órganos de la Colegial entre 1547 y 1564, fecha en la que aparece por Daroca un organero francés llamado Guillaume de Lupe con el encargo de construir un órgano para la iglesia de San Miguel Arcángel de esta ciudad, y unos años más tarde, en 1569 adquiere el compromiso de hacerse cargo del órgano de la Colegiata. Este francés quedó fascinado con este órgano y se quedó en Daroca hasta su muerte en 1607, cumpliendo su compromiso de encargarse de él de manera magistral.
En 1597, terminada ya la gran obra de reforma de la Colegiata, que triplicó su tamaño, Guillaume y su hijo Gaudioso firman un contrato con el Cabildo de la Colegial para reparar el “órgano grande”.
El cronista de Daroca mosén Juan de Ezpeleta lo explica de este modo “plantó el órgano Guillaume de Lupe, de nación francés; fue grande artífice, el cual murió en 1607 y está enterrado en esta iglesia: y su hijo Gaudioso de Lupe lo concluyó en la forma que hoy está……”
Concluido definitivamente el “órgano grande” en 1610 por Gaudioso de Lupe, ha sido admirado y visitado por grandes organeros y organistas de toda Europa y han sido también sucesivas sus mejoras y reparaciones, como la de 1697 a 1702 por el maestro organero Juan de Longás o la de Nicolás Salanova en 1717, por mencionar algunas.
Además de esos organeros que han ido mejorando y “mimando” este órgano, existe una larga lista de organista que han tenido el privilegio de haber tañido este magnífico órgano, pero sin duda, el más famoso de todos ellos es Pablo Bruna, natural de Daroca[2], hijo de un botero darocense y ciego desde su niñez. A este organista, conocido como “El Ciego de Daroca” acudían a escucharlo grandes personalidades y reyes de España.
Ejerció como Maestro de Capilla durante años, nombramiento oficial del Cabildo Colegial por ser “hombre excelente para este magisterio”. Entre sus discípulos más aventajados se encontraban dos de sus sobrinos, Diego y Francisco Xaraba Bruna, hijos de su hermana Andrea. Diego fue el elegido por el Cabildo para sustituir a su tío a la muerte de éste, pero no pudo aceptar el cargo por ser en ese momento el organista del Pilar y además pasar largas temporadas en la Capilla Real de Madrid. Su hermano Francisco era entonces organista de la Iglesia de Pastrana, en Guadalajara. También entre sus discípulos hubo un ciego como el maestro, Fray Pablo Nasarre, del convento de franciscanos de Daroca.
Sucesores de Pablo Bruna en el cargo de organista de la Colegial, fueron entre otros: Juan de Torres, Pablo Carpi, Domingo Ximenez, Miguel de Ambiela, Matheo Valdiviejo, Joseph Torres, Felipe Hernandez, Joseph Zabal, …
Actualmente el órgano de la Basílica Parroquial de Santa María de los Sagrados Corporales de Daroca[3], sigue estando considerado como uno de los mejores de Europa y siguen acudiendo a tañerlo grandes maestros, incluso algunas casas discográficas europeas, especializadas en música de órgano, han grabado discos de antiguas piezas interpretadas en él.
Mundialmente conocido por sí mismo y por el realce que ha tenido a través de los Cursos y Festivales de Música Antigua de Daroca, que este año ha cumplido su 38 edición, organizado magistralmente por José Luis González Uriol, gran apasionado de este órgano y uno de los grandes maestros que sigue disfrutando de su tañido.
Pascual Sánchez D.
Daroca, septiembre de 2016
FUENTES CONSULTADAS:
Archivo Parroquial de Daroca (A.P.D.P)
CALAHORRA MARTÍNEZ, Pedro: “Dos inventarios de los siglos XVI y XVII en la Colegial de Daroca y dos pequeñas crónicas darocenses”
[1] Pintor realista y costumbrista español de la primera mitad del siglo pasado
[2] Bautizado en la Parroquia de Santiago el 22 de junio de 1611. Falleció el 27 de junio de 1679
[3] La Iglesia de Santa María de los Sagrados Corporales tuvo un colegio de canónigos desde 1158 que se regía por la regla agustina. En 1377 recibió la dignidad sinodal de Colegiata, ratificada por el Papa Luna en 1395. En 1851, como las demás colegiatas de España, consecuencia de una concordia Iglesia-Estado, dejó de serlo. En 1890 el Papa León XIII le concedió el título de Basílica, que es el que ahora ostenta.
Ignacio Zuloaga[1], se encontraba de visita en Daroca allá por los años 20 del pasado siglo, y lógicamente quiso conocer la ex Colegiata, Basílica de Santa María, y en aquel momento alguien estaba tañendo el órgano a modo de entrenamiento. El pintor continuó con su visita al templo admirando sus capillas, donde pintores como él, han ido dejando su huella a lo largo de los siglos: pero al mismo tiempo, entusiasmado por el sonido de aquel “maravilloso” órgano, como el mismo definió más tarde. Tanto disfrutó con aquellos acordes que esperó a que acabase el organista para saludarle y felicitarte pos su buen hacer. El organista era Nemesio-Angel Mingote Lorente.
Más tarde Zuloaga, al despedirse de Daroca, comentó a un amigo, médico en la localidad, ¿ustedes saben lo que tienen en esta ciudad..?
¿Quizá se refería al órgano…?
En 1488, el Cabildo Colegial de Daroca adelanta al organero Pascual Mallén 1.020 sueldos para comprar estaño para la construcción de unos nuevos órganos en Daroca, según lo acordado y firmado entre ambas partes. Diez años después este organero recibe de los canónigos de Santa Maria de los Corporales 1.800 sueldos jaqueses por el “órgano grande”, ya concluido en dicha iglesia.
Pascual Mallén, o Pascual de Mallén, era natural de Calatayud, y en esos momentos organero y organista de la iglesia de Santa María de su ciudad natal; primero de una larga dinastía de organeros que dejaron su huella por toda esta región y también en tierras castellanas como la iglesia de Sigüenza.
Otros organeros y organistas han trabajado y tañido en este magnífico órgano en los años siguientes, como Juan de Córdoba, de Zaragoza, que en 1511 construye “unos nuevos órganos” para la Colegiata. Se menciona por esas mismas fechas un órgano portátil que participaba en la procesión del Corpus Christi. Damián Fuche, miembro de una larga estirpe de organeros zaragozanos se encargó de los órganos de la Colegial entre 1547 y 1564, fecha en la que aparece por Daroca un organero francés llamado Guillaume de Lupe con el encargo de construir un órgano para la iglesia de San Miguel Arcángel de esta ciudad, y unos años más tarde, en 1569 adquiere el compromiso de hacerse cargo del órgano de la Colegiata. Este francés quedó fascinado con este órgano y se quedó en Daroca hasta su muerte en 1607, cumpliendo su compromiso de encargarse de él de manera magistral.
En 1597, terminada ya la gran obra de reforma de la Colegiata, que triplicó su tamaño, Guillaume y su hijo Gaudioso firman un contrato con el Cabildo de la Colegial para reparar el “órgano grande”.
El cronista de Daroca mosén Juan de Ezpeleta lo explica de este modo “plantó el órgano Guillaume de Lupe, de nación francés; fue grande artífice, el cual murió en 1607 y está enterrado en esta iglesia: y su hijo Gaudioso de Lupe lo concluyó en la forma que hoy está……”
Concluido definitivamente el “órgano grande” en 1610 por Gaudioso de Lupe, ha sido admirado y visitado por grandes organeros y organistas de toda Europa y han sido también sucesivas sus mejoras y reparaciones, como la de 1697 a 1702 por el maestro organero Juan de Longás o la de Nicolás Salanova en 1717, por mencionar algunas.
Además de esos organeros que han ido mejorando y “mimando” este órgano, existe una larga lista de organista que han tenido el privilegio de haber tañido este magnífico órgano, pero sin duda, el más famoso de todos ellos es Pablo Bruna, natural de Daroca[2], hijo de un botero darocense y ciego desde su niñez. A este organista, conocido como “El Ciego de Daroca” acudían a escucharlo grandes personalidades y reyes de España.
Ejerció como Maestro de Capilla durante años, nombramiento oficial del Cabildo Colegial por ser “hombre excelente para este magisterio”. Entre sus discípulos más aventajados se encontraban dos de sus sobrinos, Diego y Francisco Xaraba Bruna, hijos de su hermana Andrea. Diego fue el elegido por el Cabildo para sustituir a su tío a la muerte de éste, pero no pudo aceptar el cargo por ser en ese momento el organista del Pilar y además pasar largas temporadas en la Capilla Real de Madrid. Su hermano Francisco era entonces organista de la Iglesia de Pastrana, en Guadalajara. También entre sus discípulos hubo un ciego como el maestro, Fray Pablo Nasarre, del convento de franciscanos de Daroca.
Sucesores de Pablo Bruna en el cargo de organista de la Colegial, fueron entre otros: Juan de Torres, Pablo Carpi, Domingo Ximenez, Miguel de Ambiela, Matheo Valdiviejo, Joseph Torres, Felipe Hernandez, Joseph Zabal, …
Actualmente el órgano de la Basílica Parroquial de Santa María de los Sagrados Corporales de Daroca[3], sigue estando considerado como uno de los mejores de Europa y siguen acudiendo a tañerlo grandes maestros, incluso algunas casas discográficas europeas, especializadas en música de órgano, han grabado discos de antiguas piezas interpretadas en él.
Mundialmente conocido por sí mismo y por el realce que ha tenido a través de los Cursos y Festivales de Música Antigua de Daroca, que este año ha cumplido su 38 edición, organizado magistralmente por José Luis González Uriol, gran apasionado de este órgano y uno de los grandes maestros que sigue disfrutando de su tañido.
Pascual Sánchez D.
Daroca, septiembre de 2016
FUENTES CONSULTADAS:
Archivo Parroquial de Daroca (A.P.D.P)
CALAHORRA MARTÍNEZ, Pedro: “Dos inventarios de los siglos XVI y XVII en la Colegial de Daroca y dos pequeñas crónicas darocenses”
[1] Pintor realista y costumbrista español de la primera mitad del siglo pasado
[2] Bautizado en la Parroquia de Santiago el 22 de junio de 1611. Falleció el 27 de junio de 1679
[3] La Iglesia de Santa María de los Sagrados Corporales tuvo un colegio de canónigos desde 1158 que se regía por la regla agustina. En 1377 recibió la dignidad sinodal de Colegiata, ratificada por el Papa Luna en 1395. En 1851, como las demás colegiatas de España, consecuencia de una concordia Iglesia-Estado, dejó de serlo. En 1890 el Papa León XIII le concedió el título de Basílica, que es el que ahora ostenta.