Qué es el "armario" o "caja" de un órgano?
A menudo nos fijamos en las impresionantes fachadas de algunos órganos; otros, en cambio, son más bien pequeños. ¿Qué diferencias puede haber entre unos y otros? ¿De qué material se suelen construir?, ¿da igual uno que otro? Esto mismo se lo preguntamos, más o menos así, al taller de Organería de Federico Acitores. Y esta es la respuesta enviada por correo (los subrayados son nuestros):
"El órgano es un instrumento musical. Como los pianos, guitarras u otros instrumentos tienen una caja de resonancia. Por tanto, no es un armario para almacenar cosas, es la caja de resonancia del instrumento musical. El nombre que utilizamos es caja o mueble. En función de la época de construcción o del gusto del artesano que lo creó, puede hacerse en un estilo u otro. Hay cajas renacentistas, barrocas, neogóticas, contemporáneas. En cada época tienen una disposición o aspecto plástico distinto pero cumplen siempre la misma función. También hay órganos sin caja, del siglo XX o XXI; esto se debe a un concepto del momento, que no es lo más frecuente.
La caja se construye pensando en el instrumento, pero también va en relación con el espacio disponible. En función del registro abierto más grave que lleve el órgano -que es el más grande-, así será la proporción del mueble. Siempre hay excepciones: durante el barroco, los muebles eran mucho más altos de lo que correspondería a la talla del registro de base; los hacían así por cuestiones estéticas.
No puedo hablar por los demás organeros: cada maestrillo tiene su librillo. Os puedo contar nuestra forma de trabajar. Vemos el espacio disponible, el instrumento que queremos proponer, y pensamos en un mueble que quepa en el espacio y que estéticamente quede integrado con los otros bienes muebles que tenga el templo o auditorio. Si es para un edificio moderno -un auditorio o una iglesia moderna- somos un poco más atrevidos. Cuando es una iglesia antigua, procuramos ser muy respetuosos y vamos a algo más clásico."
"Los materiales que se utilizan para construir la caja de resonancia del instrumento afectan a su sonoridad. Utilizamos maderas nobles, es decir, naturales; nogal, roble, cerezo y fresno. No utilizamos maderas industriales.
La construcción es artesanal, basada en carpintería de armar. Es decir, que tiene una estructura de pilastras, montantes y travesaños, y sobre ellos se superponen o se integran los plafones de madera."
"El diseño depende del momento de inspiración. Hacemos un estudio previo de varias posibilidades y vamos descartando las que no le van al espacio. Después trasladamos nuestras ideas al cliente y de forma consensuada vamos acercando esa idea a la realidad. Otras veces la idea inicial nos parece tan acertada que no pensamos en otras posibilidades. Dentro de la dificultad que tiene este oficio, yo creo que es lo más complicado."
(El órgano de la foto lo encontramos por pura casualidad en una tienda de artículos religiosos de Madrid, que se llama Santa Rufina. No era el único órgano de tubos que vendían, aunque en su web no lo anuncian)
A menudo nos fijamos en las impresionantes fachadas de algunos órganos; otros, en cambio, son más bien pequeños. ¿Qué diferencias puede haber entre unos y otros? ¿De qué material se suelen construir?, ¿da igual uno que otro? Esto mismo se lo preguntamos, más o menos así, al taller de Organería de Federico Acitores. Y esta es la respuesta enviada por correo (los subrayados son nuestros):
"El órgano es un instrumento musical. Como los pianos, guitarras u otros instrumentos tienen una caja de resonancia. Por tanto, no es un armario para almacenar cosas, es la caja de resonancia del instrumento musical. El nombre que utilizamos es caja o mueble. En función de la época de construcción o del gusto del artesano que lo creó, puede hacerse en un estilo u otro. Hay cajas renacentistas, barrocas, neogóticas, contemporáneas. En cada época tienen una disposición o aspecto plástico distinto pero cumplen siempre la misma función. También hay órganos sin caja, del siglo XX o XXI; esto se debe a un concepto del momento, que no es lo más frecuente.
La caja se construye pensando en el instrumento, pero también va en relación con el espacio disponible. En función del registro abierto más grave que lleve el órgano -que es el más grande-, así será la proporción del mueble. Siempre hay excepciones: durante el barroco, los muebles eran mucho más altos de lo que correspondería a la talla del registro de base; los hacían así por cuestiones estéticas.
No puedo hablar por los demás organeros: cada maestrillo tiene su librillo. Os puedo contar nuestra forma de trabajar. Vemos el espacio disponible, el instrumento que queremos proponer, y pensamos en un mueble que quepa en el espacio y que estéticamente quede integrado con los otros bienes muebles que tenga el templo o auditorio. Si es para un edificio moderno -un auditorio o una iglesia moderna- somos un poco más atrevidos. Cuando es una iglesia antigua, procuramos ser muy respetuosos y vamos a algo más clásico."
"Los materiales que se utilizan para construir la caja de resonancia del instrumento afectan a su sonoridad. Utilizamos maderas nobles, es decir, naturales; nogal, roble, cerezo y fresno. No utilizamos maderas industriales.
La construcción es artesanal, basada en carpintería de armar. Es decir, que tiene una estructura de pilastras, montantes y travesaños, y sobre ellos se superponen o se integran los plafones de madera."
"El diseño depende del momento de inspiración. Hacemos un estudio previo de varias posibilidades y vamos descartando las que no le van al espacio. Después trasladamos nuestras ideas al cliente y de forma consensuada vamos acercando esa idea a la realidad. Otras veces la idea inicial nos parece tan acertada que no pensamos en otras posibilidades. Dentro de la dificultad que tiene este oficio, yo creo que es lo más complicado."
(El órgano de la foto lo encontramos por pura casualidad en una tienda de artículos religiosos de Madrid, que se llama Santa Rufina. No era el único órgano de tubos que vendían, aunque en su web no lo anuncian)